En más de una ocasión he escuchado el argumento que Guatemala está falto de líderes y se ha señalado eso como una de las razones o necesidades que nuestra sociedad requiere para salir adelante. Entonces, hablemos de liderazgo. Para ello partiré de la premisa de un concepto bastante simple en relación a él. Un experto en este tema como John C. Maxwell, no solo lo popularizó, sino que posicionó decir que liderazgo es influencia. Esa capacidad de lograr que otros realicen las acciones que se desea que hagan.
La simpleza de este concepto es enriquecedora para los fines de compromiso que el liderazgo requiere. Por una parte colabora en responder la famosa pregunta si un líder nace o se hace. Observe detenidamente y se dará cuenta que, al decir que liderazgo es influencia, esta pregunta logra responderse. En mayor o menor medida todos nacemos y llegamos a poseer cierto grado de influencia. Es una habilidad natural en el ser humano que, al igual que caminar, hablar y otro tipo de habilidades innatas en la mayoría de seres humanos, necesita ser aprendida, desarrollada y perfeccionada. El liderazgo es una habilidad que el ser humano debe aprender a desarrollar para hacer un buen uso de ella. Por lo tanto, decir que liderazgo es influencia permite indicar que el líder no nace ni se hace, sino que se desarrolla conforme pueda avanzar en el aprendizaje y la intencionalidad de aprovechar la influencia que posee.
Si el problema no es la falta de liderazgo o la falta de capacidad para desarrollarlo, ¿En dónde radica entonces el problema de liderazgo en nuestra sociedad? En mi opinión, se debe a tres aspectos que todo líder tarde o temprano provoca y que se convierten en distintivos particulares de la función de todo líder: Acciones, Cambios Resultados. Estas tres palabras se harán presentes en el funcionamiento de todo líder.
Piense por un momento en alguna persona que en su opinión es un líder, alguien que usted admira y que en algún momento haya contribuido para inspirarlo en alguna faceta de su vida. Le garantizo que estos tres elementos están presentes en el comportamiento de esta persona y usted está consciente de elementos específicos que esa persona ha ejecutado para que entre dentro de su reconocimiento como líder.
Entonces, el problema no radica en la falta de liderazgo sino en cómo cada uno de los líderes hace uso de la influencia en términos de las acciones cambios y resultados que provoca. El liderazgo correcto, el que esperamos que provoque el desarrollo de nuestra sociedad, implica que se realizan las acciones correctas con los cambios correctos dando los resultados correctos.
De lo que he compartido hasta el momento me gustaría acentuar dos puntos: En primer lugar, usted es un líder pues posee una influencia natural que puede y debería seguir desarrollando en beneficio del entorno en el que se desenvuelve. Segundo, La influencia es un poder y como todo poder conlleva la responsabilidad de ejecutar de nuestra parte las acciones cambios y resultados correctos.