De esas publicaciones curiosas e interesantes que llegan a nuestras manos, hace
algunos años tuve la oportunidad de leer una serie de frases que tuvieron una
clasificación que, por un momento, me pareció dura. Dentro de las frases que estaban
incluidas en esta publicación se encontraban frases como estas:
- La televisión no podrá conservar ningún mercado que capte después de los primero seis meses. La gente se cansará de ver una caja de madera todas las noches (Darryil Zanuck, director de 20th Century-Fox en 1946)
- No nos gusta su sonido. Los grupos de guitarras están pasados de moda. (Compañía disquera DECCA al rechazar a The Beatles en 1962)
- Todo lo que podía inventarse, ya se inventó (Charles Duell, comisionado de patentes de Estados Unidos en 1899)
Estas y otras frases se encontraban bajo una publicación que tenía como título “Las
frases más estúpidas”. Por un momento causó cierta gracia, sorpresa y dejó en mí esa
sensación de admiración por tan grandes errores cometidos al pronunciar estas
frases. Luego, medité al respecto. Me di cuenta que estas frases fueron pronunciadas
por gente que, en su momento, fueron considerados referentes dentro de la industria
a la que pertenecían y seguramente la influencia de su liderazgo era notoria. Sus
frases pasaron a la posteridad no solo por el error cometido, sino porque fueron ellos
los que cometieron el error al pronunciarlas. Aunque, a decir verdad, ese error no se
hizo notorio sino años después.
Ante esa reflexión, medité ¿Qué pasaría si me diera a la tarea de escribir mis creencias
básicas fundamentales en cuanto a la vida, en cuanto al liderazgo, en cuanto a
decisiones importantes que se están tomando hoy en día y luego me diera a la tarea de
pedir que ese papel fuera abierto 40 años después de esta fecha? ¿Qué se pensaría
sobre mi forma de pensar? ¿Qué se diría sobre mi estilo de liderar? ¿Qué reacciones
provocaría en los líderes del futuro que llegaran a tener acceso a mi forma de ver las
cosas hoy en día?
Lo que hoy creemos toma vital preponderancia en las decisiones que tomamos de cara
al futuro. El estilo que usted denota como líder en las diferentes esferas en las que se
desenvuelve es producto justamente del tipo de creencias que hoy marcan ese
comportamiento. ¿Qué se diría de ese estilo en el futuro? ¿Qué resultados dejará
como legado su forma de guiar a otros? Bien pudiera decirme que usted no es un líder
y justificar esa creencia en la falta de una posición dentro de la organización a la que
pertenece, pero ¿qué me dice de la influencia natural que usted posee? ¿No es a la
larga eso la esencia del liderazgo? El liderazgo va más allá del puesto que ocupamos,
se refiere a las oportunidades que diariamente tenemos para afectar nuestro entorno
con lo que hacemos.
Le invito a revisar sus creencias, que evalúe los resultados que ellas están provocando
no solo en el presente, sino la semilla que se está sembrando a través de ellas y que
pueda considerar que si alguien tuviera la oportunidad de encontrarlas y agruparlas
en el futuro qué título les pondría.