La actitud que tengamos ante la vida marca la diferencia.  Alcanzar el éxito diariamente se convierte más sencillo cuando mantenemos y proyectamos una actitud correcta ante lo que vivimos.  En la cualidad que posee la actitud de ser contagiosa, podemos inyectar de ánimo y esperanza a otros por medio de la actitud propia que logremos desarrollar.  Déjeme que le muestre y desarrolle algunas sugerencias prácticas que pueden serle útiles para mejorar continuamente la actitud en su vida.

1.  Descubra el carácter de Dios

Al hablar del carácter de Dios me refiero a la esencia de Dios mismo.  Esos atributos inconmovibles que hacen de Dios un ser digno de toda nuestra confianza y fuente de nuestro respaldo.  Determinar el carácter de Dios y aferrarnos a esos atributos genera en nosotros el punto de partida que nuestro corazón necesita para tener la actitud correcta ante toda situación que nos esté ocurriendo.

Personalmente, tengo ya algunos años de haber hecho propios dos atributos del carácter de Dios que me han sido de mucha utilidad y que no tengo ningún problema en compartírselos, espero no sea para usted problema el poderlos recibir:

a. Dios es Soberano.  En un lenguaje muy coloquial, esto no quiere decir otra cosa sino que Dios puede hacer lo que le venga en gana sin preguntar, pedir opinión mucho menos aprobación de sus actos.  La soberanía de Dios encierra el control total que Dios tiene sobre su creación y, siendo nosotros parte de ella, ese control está sobre nosotros y nuestras circunstancias.  Él puede decidir hacer o no hacer, dar o quitar, enviar o retener.

Ahora, no vaya a asustarse luego de haber comprendido el concepto de la soberanía de Dios, pues junto a este atributo que ha sido de enorme respaldo en el transcurrir de los años en mi propia vida ha estado amarrado de otro igualmente cierto:

b. Dios es Amor. Si de alguna forma el anterior atributo de Dios pudo dejarle frío o transmitirle un sentimiento de desconsuelo, este atributo viene a darnos el calor y abrigo que necesita nuestra vida.  Al ver la panorámica completa del carácter de Dios en relación a su soberanía y amor obtenemos la garantía que Dios hará lo que le venga en gana siempre y cuando en ello pueda transmitir una expresión de amor a nuestra vida.  ¿Qué le parece?  No me lo diga, su sonrisa de alivio y satisfacción me lo dice todo.

¡Eso es extraordinario! Vivir diariamente con la convicción de estos dos atributos de Dios debería ser suficiente para mantener una actitud correcta ante lo que nos sucede.  ¿Tiene problemas?  Dios los permite porque le ama. ¿Está pasando por escasez? Dios la permite porque le ama.  ¿Está en abundancia? Dios la permite porque le ama.  Todo, y cuando digo todo, quiero decir TODO, ocurre como una prueba del amor de Dios sobre nuestra vida.

Descubrir y el carácter de Dios y apropiarnos a esas virtudes que le diferencian se convierte en una herramienta que diariamente podemos hacer uso de ella para mantener una actitud positiva y emprendedora ente lo que la vida nos presente.