“Tengo que reconocer que buena parte de las tormentas que he pasado en la vida han
sido evidencia de esa inclinación al mal que mi corazón tiene. Consecuencias sería la
palabra adecuada. Recuerdo problemas financieros que pasamos como familia
producto de mis malas decisiones y mala mayordomía sobre los bienes que Dios me
estaba confiando en responsabilidad. Fue un período complicado. Crisis, desgaste,
cansancio. Deudas que no solo resonaban en mi mente sino que golpeaban mi corazón
al ver cómo los errores se pagan con creces.” (Del libro “Cuando El Diluvio Llega Hay
Esperanza”)
Muchos de los diluvios financieros llegan a nuestra vida por dos faltas: de
conocimiento y de control. Somos poco o nada educados en el tema financiero.
Adquirir conocimiento en el tema del manejo financiero es importante; sin embargo,
el conocimiento en sí solo no será suficiente si a este no le es añadido una buena y
gran dosis de control propio. Si bien es cierto que todos necesitamos aprender sobre
el tema financiero, debemos reconocer que más allá de eso, se requiere llevar a la
práctica los principios simples pero complicados de cumplir.
De tal manera que, si usted está atravesando en medio de un diluvio financiero déjeme
compartirle algunos puntos prácticos que considero pueden serle útiles.
Revise y confronte sus creencias financieras. Mucho del comportamiento que
evidenciamos es producto de las creencias financieras que tenemos. Al ser
ellas equivocadas, estas creencias nos llevan a actuar igualmente de manera
equivocada.
Déjese acompañar. Tener un mentor financiero puedes ser una de las
soluciones más eficaces que puede realizar. No se necesita buscar un experto,
puede ser alguien que sencillamente tenga la solvencia para poderle guiar y a
quien usted le pueda rendir cuentas financieramente hablando.
Encuentre el contentamiento. Reconozca lo que tiene en este momento y sea
agradecido con ello. La gratitud se convertirá en la base para el
contentamiento y la oportunidad para que pueda dejar ir excesos en su vida
que en este momento no son necesarios. Además la gratitud igualmente será el
fundamento para la siguiente recomendación.
Sea generoso. La generosidad es una siembra, una siembra que da fruto a su
tiempo. Un corazón generoso es el producto de un corazón agradecido. El
generoso previamente ha experimentado la gratitud de lo que posee. Aún en la
dificultad que esté atravesando se dará cuenta que existe la oportunidad de ser
de bendición para otros.
Tome decisiones. Mucho de lo que tenemos que hacer para salir de una
dificultad no pasa por no saber, sino por no decidir, por la falta de actuar. Sin
saber los detalles de su situación le garantizo que usted sabe cosas que tiene
que hacer y no ha tomado la decisión por hacerlo. Decídase a avanzar y se dará
cuenta que los resultados que obtenga le animarán a dar los siguientes pasos.
Si está atravesando por un diluvio financiero no se desanime, la prueba podrá ser dura
pero si asume la actitud y toma las decisiones correctas se convertirá en una
experiencia que seguramente le generará grandes resultados en el futuro.