La palabra parece extraña razón por la cual considero necesario que acudamos a un diccionario para ubicarnos todos en un concepto común. La ya muy conocida fuente de referencia de Internet Wikipedia, dice que Disidencia es un desacuerdo parcial o total con el orden establecido en la sociedad o en alguno de sus ámbitos. El diccionario de la Real Academía de la lengua española habla de disidir como “separarse de la común doctrina creencia o conducta”.
En tiempos modernos se ha utilizado este término para referirse a quienes por motivo de conciencia, asumiendo desventajas o incluso persecución han alzado su voz desde dentro de países dominados por regímenes totalitarios, dictatoriales u opresores que no permitían el desarrollo de ciertas minorías. Posiblemente piense que al hacer mención del cristiano como disidente del sistema estoy proponiendo que seamos parte de la forma en que tradicionalmente se enfoca este concepto. Pero déjeme aclararle que no es así. Lo que pretendo es ir a la esencia del concepto, al desacuerdo con el “orden establecido por el mundo”.
Sutil, pero progresivamente la sociedad se ha ido alejando de los principios dados por Dios. Hoy es común encontrarnos con propuestas de ley a favor de matrimonios entre personas del mismo sexo, los periódicos nos han vuelto costumbre enterarnos de robos, homicidios y demás actos de maldad. Situaciones como esta y en algunos casos más graves aún se han vuelto parte de una rutina que propone un sistema de vida del cual, con tristeza, hemos de reconocer que en una u otra medida hemos sido parte.
Y es, en este análisis, donde lo dicho por Pablo en Romanos 12:2 se convierte no sólo en una invitación sino en un reto a ser disidentes de este sistema que nos trata de convencer que es lo superficial, negativo y alejado de los principios dados por Dios lo que nos agregará valor. Observe bien lo dicho: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (RV 60). Permítame usar otras versiones bíblicas para enfatizar la idea de la primera expresión dada por Pablo. No sigan la corriente del mundo en que vivimos (BL 95) No vivan ya según los criterios del tiempo presente (DHH) Y no vivan ya como vive todo el mundo (BLS)
Podrá darse cuenta: estamos llamados a ser disidentes del sistema. Es necesario que nuestras acciones vayan enfocadas en mostrar la voluntad de Dios. Es necesario que no dejemos que el mundo nos diga cómo han de ser las cosas en lugar de verificar lo que Dios nos pide hacer. Si lo que estamos deseando es un cambio en la sociedad, somos nosotros los que estamos llamados a realizarlo cuando no le sigamos la corriente a este sistema y con ello nos atrevamos a vivir conforme a los criterios dados por Dios.