Seth Godin es uno de los revolucionarios de pensamiento de nuestra época. En uno de

sus libros habla del síndrome de “Elígeme”. Ese deseo interno que todos tenemos por

ser elegidos para hacer algo grande. Esperamos que el jefe nos elija para realizar el

gran proyecto de la compañía, anhelamos que la editorial nos elija para escribir el

próximo best seller, soñamos con el llamado del dueño de la cadena de televisión para

que nos elija a conducir el próximo gran éxito en la programación.

 

“Elígeme” es un síndrome aspiracional que resulta atractivo, pero suele ser

acompañado de un tiempo de letargo que nos pasa una factura con un precio muy

alto: la espera inconclusa y la alta posibilidad de nunca ser elegidos. Al no ser elegidos

postergamos la realización de aquello que sabemos internamente que podemos

realizar. La tiranía de no ser elegidos no solo nos castiga a nosotros mismos sino a

aquellos que se están perdiendo de la oportunidad de disfrutar de una mejora en lo

que deseamos hacer.

 

Ser elegidos, por otra parte reviste un gran problema: otorga la responsabilidad de

nuestro destino a otros. Sí, así es. Ser elegidos le da el poder de nuestro destino a

alguien más. Se convierte en la excusa perfecta para argumentar el por qué de

nuestros sueños inconclusos o no realizados. “Nunca me eligieron para hacer el

proyecto”, “Jamás me llamaron para hacerlo”, “No fui seleccionado para lograrlo”.

Efectivamente, cuando no somos elegidos encontramos la excusa, pero

lamentablemente sigue siendo sólo eso: una excusa. Valedera si usted quiere llamarla

así, pero al fin de cuentas una excusa.

 

Por eso la propuesta que Godin hace es desafiante ¿Qué tal si se elige a usted mismo?

¿Por qué esperar a que le tomen en cuenta para presentar la iniciativa del gran

proyecto que sabe que llevara a la compañía a otro nivel? ¿Por qué no empezar a

escribir ese libro? ¿Por qué no apertura un canal en youtube para transmitir lo que

tiene para ofrecer al mundo? No tenemos que vivir bajo la tiranía de se elegidos, el

mundo de hoy solo requiere que seamos nosotros mismos los que tomemos la

elección de elegirnos. La credibilidad que tanto andamos buscando afuera sigue

requiriendo que en primer lugar surja de nuestro interior. Lo que el mundo necesita y

usted sabe que lo puede ofrecer solo espera precisamente eso: que usted tome la

determinación de otorgárselo.

 

Recuerde: Usted ha sido enviado a este mundo para marcar una diferencia, fue

escogida esta época, esta generación, este momento para que usted tome la elección

de brindarnos lo mejor que tiene para justamente hacer de este mundo un mejor lugar

donde vivir. Así que no espere a que otros le elijan, tome la mejor de las elecciones y

apueste por sus propias capacidades.

 

Telaraña de Bendiciones.