Conforme siguen pasando los días de este 2015, se van sumando las semanas y con
ello cada vez estamos más cercanos al torrente de publicidad política que buscará
influir en nuestra toma de decisión de cara a las elecciones que tendremos. Ambiente
agotador para muchos, desesperante para otros y no faltarán aquellos que vean una
oportunidad personal dentro de lo que esto puede representar. Lo cierto del caso es
que, sin entrar en aspectos de análisis individual de ninguno de los contendientes, el
tema del liderazgo aflora.
“Guatemala está falto de líderes” es una de las expresiones que frecuentemente
escucho decir al respecto. Sin embargo, debemos ser sinceros y reconocer que no es
así. Posiblemente no estemos de acuerdo con los aspectos que comparten o viven
muchos de esos líderes, pero tenemos que reconocer que son líderes al fin y al cabo.
El liderazgo no pasa por lo que a nosotros nos guste o no, el liderazgo radica en la
influencia que esa persona tenga para poder llevar a la toma de decisiones y ejecución
de acciones. Puedo estar de acuerdo con su estilo de liderar o no, pero no puedo
cuestionar que sea o no líder.
Acá es donde juega un papel importante el Carácter como elemento esencial de un
liderazgo que pueda llevar a sus seguidores a un fin correcto. Es más, será el carácter
el que se convierta en la brújula que dirija el rumbo del liderazgo. El carácter se
convierte en la base de la credibilidad para el liderazgo. De tal forma que, cuando
decimos que “Guatemala está falto de líderes”, considero que lo que queremos decir es
que los líderes que tenemos están faltos de un carácter que les otorgue la credibilidad
que estamos buscando en ellos. Cada líder será en esencia, el resultado del carácter
que posea y sus resultados serán tan duraderos como fuerte y estable sea su propio
carácter. El carácter entonces, debiera ser el punto de atención principal que toda
persona que esté interesada en liderar debe considerar y por otra parte debiera ser el
filtro que los seguidores usen para poder tomar una sabia decisión.
Si bien es cierto que usé como punto de referencia el liderazgo político, por ser un
tema mediático y familiar para la gran mayoría, el tema del carácter en el líder es
aplicable a cualquier ambiente: desde el familiar, atravesando por el laboral y llegar a
las oportunidades que socialmente tenemos de influir en los demás. El liderazgo es un
gran poder, un poder que se logra administrar de mejor manera cuando se construye
sobre la base sólida de un carácter probo, íntegro y estable.
El liderazgo resulta atractivo, llama la atención ejercer la influencia sobre las masas.
Sin embargo la formación que se recibe para poderlo desarrollar adecuadamente
sigue siendo pobre. Por muy de moda que esté la palabra, por muy populares y
amplias sean las oportunidades de aprender temas de liderazgo, nos falta mucho por
hacer. Es la falta de un liderazgo afianzado al carácter lo que ha hecho que nuestro
mundo sea un caos. Es por ello que cierro con una pregunta ¿Qué hace usted con la
influencia que se le ha otorgado?