Otro de los aspectos que comúnmente observo que se convierte en un error, involuntario pero al fin y al cabo error, es la confusión entre los términos Meta y Propósito. Es típico escuchar la expresión “Voy a definir mis propósitos” para el inicio de año, cuando a lo que se refiere es a establecer “Metas”. De manera sencilla le puedo decir que las metas son objetivos que perseguimos alcanzar, los definimos, planificamos y debe existir un curso de acción concreto para llegar hasta ellas; mientras que, nuestro propósito, es la razón de ser, el por qué hacemos lo que hacemos. El propósito de vida viene definido por Dios y a nosotros nos corresponde descubrirlo, mientras que las metas las definimos nosotros y las alineamos a dicho propósito.
Si lo quiere visualizar de una manera conocida le podría decir que un plan de metas es como un mapa que define un recorrido establecido, mientras que el propósito se convierte en el territorio sobre el cual se basa dicho mapa. Establecer un plan de metas, entonces, no es otra cosa sino definir un camino que une dos puntos que se pueden definir al responder dos preguntas:
1. ¿Dónde Estoy?
2. ¿Dónde Quiero llegar?
Y la forma de unir esos dos puntos es con la respuesta a una tercera pregunta:
3. ¿Cómo voy a llegar?
Antes de adentrarme en la forma de poder dar respuesta a estas preguntas me permito dejar algunas recomendaciones que considero muy importantes para realizar este plan:
a. Escriba siempre sus declaraciones de metas.
b. En la medida de lo posible haga la declaración en tiempo presente.
c. Si su meta implica adquirir una virtud o cualidad que regularmente viene definida por un adjetivo, indique con verbos las acciones que mostrarán que en su concepto haya alcanzado dicha cualidad. Por ejemplo si usted busca ser más “amoroso” con su esposa, esa es una virtud pero ¿Qué acciones mostrarán que usted lo ha alcanzado? Algunas posibles cosas pudieran ser: haberle enviado un detalle (notas de cariño, tarjetas, flores, etc.) una vez por semana, etc. Recuerde los resultados se miden en acciones aunque nosotros las representamos como cualidades.
Finalmente, me atrevería motivarlo a considerar metas que realmente le desafíen y le hagan subir del nivel en que usted se encuentra actualmente. Nuestro potencial puede definirse como todo aquello que aún no hemos logrado hacer y que somos capaces de hacer. Hay cosas que seguramente llegará a considerar que para realizarse necesitan de imposibles, pero si usted es lo suficientemente diligente y esforzado en ocuparse de TODO lo posible, es muy probable que se vea gratamente sorprendido al ver que lo imposible fue hecho una realidad.