Conforme me vaya conociendo se dará cuenta que hago muchas preguntas. Dicho en buen chapín, soy preguntón. De tal manera que no se extrañe que frecuentemente use este espacio para formularle algunas. He acá una: ¿Usted ha vivido o simplemente ha existido? Son dos cosas muy diferentes y depende de cómo encare cada uno de sus días para la respuesta que proporcione.

Todos sabemos que en los extremos de la vida está el nacimiento y la muerte, y entendemos lo complicado que se puede convertir en llenar el espacio que está en medio de esos extremos. ¿Qué hacer para llenarlo? Para algunos pudiera ser emocionante, mientras para otros tedioso. Mientras unos viven la aventura de sus vidas, existen aquellos que no es otra cosa más que una simple rutina.

Bronnie Ware es una escritora que trabajó por muchos años en cuidados paliativos. Sus pacientes sufrían enormemente y estaban conscientes que la muerte estaba próxima. Cuando preguntaba a sus pacientes si tenían algo de qué arrepentirse o si habrían hecho algo de una manera diferente en sus vidas, surgían expresiones como las siguientes:

–       Me habría gustado tener la valentía de vivir una vida acorde conmigo mismo, no la vida que los demás esperaban de mí.
–       Ojalá no hubiera trabajado tanto
–       Ojalá hubiera tenido la valentía de expresar mis sentimientos.
–       Me habría gustado permanecer en contacto con mis amigos.
–       Ojalá hubiera intentado ser más feliz.

Y así continuaba la lista que Bronnie logró formar. Posiblemente (aunque genuinamente espero que no sea su caso) podría estarse identificando con alguna de las expresiones que ella recopiló. La buena noticia es que, salvas muy contadas excepciones, usted no está al borde de la muerte y tiene la oportunidad de revertir cada una de esas expresiones tomando las decisiones adecuadas.

Decisiones. Ese regalo que a cada uno de los seres humanos se nos ha otorgado y que no siempre estamos conscientes de ello y la responsabilidad que implica tenerlo en nuestras manos. Cada una de ellas traerá sus consecuencias. Algunas agradables, otras no tanto. Cometer un error siempre será una opción, pero existe precisamente la opción de poderlo cometer. Joseph Campbell lo dijo de la siguiente manera: “El desastre siempre es una posibilidad. Pero también el final feliz”.

Me gustaría alentarlo diciendo que conozco el camino de las decisiones que tome, pero sería mentirle. Para cada uno de nosotros ha sido diseñado un camino individual por el cual hemos de transitar de acuerdo a las decisiones que tomemos. El camino que usted siga, será producto de sus decisiones, no de las mías. De lo que si puedo estar seguro es que, en ese caminar puede encontrar la oportunidad de desarrollar todo el potencial con el que ha sido configurado. No se inquiete por las largas distancias que tenga que recorrer, el viaje que le propongo realizar es necesario disfrutarlo paso a paso, día a día. Tal como un día lo diría Martin Luther King: “Da el primer paso hacia la fe. No tienes por qué percibir toda la escalera, solo da el primer paso.” Aunque no estemos totalmente seguros de lo que nos depara el futuro, le garantizo que valdrá la pena ver hacia adelante.